Queso de Cabra Ibores

El Consejo Regulador de la D.O.P. Queso Ibores tiene su sede en Trujillo, Cáceres, en la CCAA de Extremadura. Descubre los orígenes de este manjar, que ya se vendía en Trujillo en su mercado franco desde el año 1465.
La producción del Queso Ibores se extiende por las sierras donde predominan los alcornoques, las encinas y el monte bajo, convirtiéndose en un protagonista indiscutible de la gastronomía nacional e internacional.
Este queso se elabora con leche cruda de cabras serranas, retinta y verata, que pastan en libertad en explotaciones extensivas, lo cual requiere rigurosos controles de calidad en las ganaderías y queserías inscritas en el Consejo Regulador.
Además, el queso precisa de un periodo mínimo de maduración de 60 días.

Para su óptima conservación, el Queso Ibores debe almacenarse a una temperatura entre 8 y 13º, con una humedad aproximada del 90%. Debe guardarse en un lugar ventilado y húmedo, evitando las variaciones bruscas de temperatura. Es recomendable envolverlo en plástico fino y transparente para evitar que se reseque, pero sin apretarlo demasiado para evitar la formación de moho en la superficie.

Para su mejor degustación, se aconseja sacar el queso de la cámara frigorífica una o dos horas antes de consumirlo, permitiendo así que alcance la temperatura ambiente y resalten sus características organolépticas.

El Queso Ibores presenta una corteza lisa y semidura, de color amarillo céreo a ocre oscuro. Su pasta es de color blanco marfil, con una textura suave, cremosa, mantecosa y húmeda.

La página web del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Queso Ibores es un escaparate de los quesos amparados por la D.O.P. y un homenaje a todas las personas que trabajan cada día para crear uno de los mejores quesos de cabra del mundo.